Esta
exposición estará expuesta hasta el día 30 de este mes. Os aconsejo que la visitéis,
ya que es muy digna de ver, porque ninguna de las obras de los autores no se asemejan ni en técnica
ni en tema. Es decir podréis ver desde marinas,
hadas, paisajes, desnudos, tranvías, temas gaudinianos, etc.…
Al acto de inauguración asistieron alrededor de
unes 200 personas y la presentación de la exposición corrió a cargo del escritor
e historiador Jordi Alberti Oriol el cual gloso a los autores uno por uno,
estas glosas las podréis leer en este mismo blog.
Carles Resano (Acuarelas)
Argentino con
quince años de estancia en Catalunya, enamorado de esta tierra.
Siguiendo
las palabras del crítico de arte Carles Salvador subrayo que su pintura potente, de trazo grueso, cromatismo acentuado
y plasticidad primigenia.
Se respira
en sus obres la capacidad de pasar de la
reinterpretación de pinturas clásicas, al más abundante hasta hoy, a la plasmación
de obras de matriz propia, como se insinúa en las de esta sala.
Quka Rosell (Oleos)
La suya es
una obra de trazo desgarrado e incisivo pero no por esto incompatible con una languidez
seductora, a medio camino de la mirada mística y la revuelta personal, siempre con
una pátina de intimismo dosificado a la manera de Pepe Rubianes, o de la
Mafalda o a ritmo de les canciones de Bob Dylan.
Cecili Romero (Acuarelas)
Sus obras se nos presentan con un aire a medio camino del detallismo, del
puntillismo y del impresionismo.
Todas
ellas traspiran amor por la tierra, transparencia y juego limpio con el
receptor. Un juego solo comparable como el de ayer de Messi haciendo el repóquer
en la Liga de Champions.
Pepe Rubio, Popo (Oleos)
Artista de
trazo decidido que no puede ocultar un bagaje técnico importante.
Obras de contraste:
figuras inquietantes en lienzos monocromáticos.
Pinturas,
todas ellas, que a través de secuencies dinámicas nos interrogan.
Mirándolas,
uno
tiene la sensación de descubrir al
autor detrás de las bambolinas.
Isabel Sanagustín (Oleos)
La
suya es una obra incipiente, emergente, pero no por esto nada falta de méritos.
Tiene aquel punto de naíf que tiñe siempre la acción de los que creen fielmente en la vida.
Tiene aquel punto de emoción de quien sabe que nos invita a penetrar en sus secretos a través del pincel.
Tiene aquella capacidad de expresión propia de los que quieren seducir al resto a no desfallecer, de los que quieren que no renuncien nunca a acercarse al horizonte.
Es, sencillamente, una invitación a sentir-nos ilusionados y reconfortados resiguiendo las olas de la mar y el vaivén de las nubes de colores que llenan sus telas.
Tiene aquel punto de naíf que tiñe siempre la acción de los que creen fielmente en la vida.
Tiene aquel punto de emoción de quien sabe que nos invita a penetrar en sus secretos a través del pincel.
Tiene aquella capacidad de expresión propia de los que quieren seducir al resto a no desfallecer, de los que quieren que no renuncien nunca a acercarse al horizonte.
Es, sencillamente, una invitación a sentir-nos ilusionados y reconfortados resiguiendo las olas de la mar y el vaivén de las nubes de colores que llenan sus telas.
Ànnia Aragonès (Oleos)
Nació
entre telas pintadas, entre telas pintadas con amor. Este hecho le permitió −como
si fuera todo un norte− encontrar su camino personal, todo combinando artísticamente
la pintura con las piezas de vestir, todo
transformando la energía juvenil en unos diseños elegantes, originales y seductores.
Hoy, aquí,
pero, nos acerca a un nuevo encuentro con la pintura, una pintura regada en esta ocasión
de un cromatismo vivo, lleno de recreación gaudiniana.
Josep Aragonès (Oleos)
Veo cada día
como nos sonríen a través de los originales que dan vida a las paredes del
comedor y del acceso a la biblioteca de nuestra casa...
La suya,
os lo aseguro, es una pintura de navegante, de persona que ha escogido la mar
para hacer volar aquella vida de ensueño que se enciende en todos los corazones
de buena simiente.
Y des de allí,
des de esta mar recreada, nos hace
llegar todo el abanico de emociones necesarias per vivir: placidez y añoranza, furia
y rabia, amor y pasión y, sobre todo, gozo, gozo y generosidad.
